lunes, 12 de septiembre de 2011

“Ciencia y sexualidad” “La posición sexual ¿Psíquica o Biológica?” “Ser hombre o ser mujer es una elección del sujeto”

LA POSICIÓN SEXUAL


La ciencia, siguiendo una posición positivista y ambientalista, da como explicación a la inclinación sexual del ser humano, un medio ambiente hormonal del embrión, que propicia dicha inclinación, o más bien, que conlleva a tal elección y/o determinación.

Dentro de los trabajos científicos adelantados con especímenes de laboratorio, especialmente ratones, a quienes se les han incorporado genéticamente hormonas a hembras preñadas, se han logrado obtener crías homosexuales, sin embargo es demasiado complicado comparar la conducta animal, con el comportamiento en los seres humanos.

Estos experimentos científicos se han llevado a cabo incluso en seres humanos quienes debido a la pérdida de sus órganos sexuales, han sido operados y tratados con terapias hormonales para adaptarlos a cierto sexo, sin conseguir los resultados esperados, encontrándose tarde o temprano un sujeto con una manifiesta identidad sexual, muy diferente a la que le intentaron implantar o imponer si es el caso, los miembros de la comunidad científica.

Los hermafroditas, o sea personas que han nacido con ambos órganos sexuales (vagina y pene), luchan actualmente porque se les reconozca su condición sexual y no sean encajonados dentro de uno u otro sexo (por ser los parámetros acogidos a nivel mundial M – masculino, F – femenino, salvo países como la India en donde si hay un reconocimiento oficial de un tercer género).

No puede la ciencia reducir el comportamiento, la tendencia, o la inclinación sexual, simplemente al ámbito de lo orgánico, desconociendo el desarrollo psicológico que puede conllevar al sujeto a dicha elección.

El ambiente en que crece un niño desde las primeras instancias paternales, el objeto de amor desarrollado con los mismos, el medio ambiente que le rodea y las relaciones que contrae y práctica en su entorno socio-cultural, son sin duda alguna, influyentes y posiblemente, determinantes en la elección de su sexualidad, la cual se puede ir ajustando poco a poco a medida que pasa por las diferentes instancias del crecimiento (infantiles, adolescentes, juveniles, adultas).

Esto quiere decir que si bien el aspecto científico, el desarrollo hormonal, los caracteres sexuales, el organismo del ser humano, determina mucho de lo que se es, también es necesario e indispensable evaluar los procesos psicológicos que actúan como complementadores de su conducta, de sus decisiones y elecciones.

Por lo tanto no se puede desligar la ciencia de la psicología, tratando de explicar al ser humano y todos sus procesos, como meramente orgánicos, ni tampoco la psicología desentenderse de las reacciones principales o secundarias de los procesos biológicos, que influyen directa o indirectamente en las posiciones o determinaciones conductuales; sino más bien, ambas, deben encontrarse para lograr una mejor y mayor comprensión del ser humano y todo lo que este representa física y psicológicamente.